Tanto para decir de Nueva Zelanda
Podríamos decir muchas cosas de este bello país; tantas que necesitaríamos varios artículos para describirlo, por lo que lo mas sencillo podría ser simplemente decir “viajá y descubrilo vos mismo/a”. Vamos a intentar ser breves, aunque nos cueste, pues en Nueva Zelanda hemos pasado dos años inolvidables, en los cuales nos hemos tomado el tiempo necesario para recorrerlo de punta a punta (así empezó todo); hemos trabajado, vacacionado, disfrutado, sufrido… pero lo mas importante es que hemos aprendido mucho y la experiencia realmente lo vale. Lo que te vamos a decir en las siguientes lineas es pura y exclusivamente obtenido de nuestra experiencia y es nuestra opinión personal; como dijimos antes, la mejor forma de saber si esto es cierto es “venir y descubrirlo vos mismo”.
Por dónde empezar
¿Por dónde empezar? Seguramente habrás leído/visto/escuchado unas cuantas cosas acerca de Nueva Zelanda. Y muy probablemente la gran mayoría de ellas tenga que ver con los hermosos paisajes que distinguen al país; los cuales atraen a una enorme cantidad de turistas cada año. No te vamos a negar nada de eso; pues los paisajes son dignos de postales, y el disfrute de la naturaleza cobra un significado diferente allí.
Junto con Australia, Nueva Zelanda es uno de los países con mayor superficie y población de Oceanía (o como ellos suelen llamarle, las Islas del Pacífico). Es además, uno de los mas desarrollados y con una economía sólida; tanto es así, que año tras año son muchísimas las personas alrededor del mundo que van en busca de la experiencia de trabajar y/o estudiar. A su vez, el país requiere de mucha mano de obra y ciertas profesiones para su desarrollo. Y debido a la cercanía con ciertos países y las políticas migratorias, hoy Nueva Zelanda cuenta con una enorme cantidad de gente proveniente de muchos países (en su mayoría chinos e hindúes) viviendo en el país; por lo que se ha convertido en un lugar verdaderamente cosmopolita.
Describamos brevemente Nueva Zelanda
Las dos islas principales poseen características diferentes muy marcadas. La isla norte posee las dos ciudades principales (Wellington y Auckland) y es a su vez la isla con mayor cantidad de gente; mientras que la isla sur tiene poblados mas pequeños y aislados. Los paisajes son a su vez diferentes entre ambas islas, sin dejar de ser hermosos (te invitamos a leer nuestro artículo Nuestros recomendados en Nueva Zelanda).
Además de ser un país muy seguro y con una calidad de vida digno de admirar, los kiwis (como se autodenominan los neozelandeses) se sienten muy orgullosos de pertenecer a su país, e incluso la gran mayoría confía en sus instituciones y representantes, lo que hace que además sean muy amistosos, como también te lo contamos en este artículo. Nueva Zelanda se caracteriza además por ser un país ordenado, con reglas muy claras; y en la gran mayoría de las cosas con normas que hay que seguir e informarse previamente para que todo funcione de acuerdo a lo que ellos pretenden. Por supuesto existen quienes están de acuerdo con las normas y quienes no; pero es como siempre, cuestión de ver el vaso medio vacío o medio lleno. Como te dijimos antes, podemos encontrar seguramente la excepción a todo lo aquí mencionado. Cuestión de opiniones.
Turismo
El turismo es una de las fuentes de ingreso mas fuertes del país; demás de la industria lechera, los productos de granja, la industria del vino, etc. De hecho y gracias precisamente al orden y seguridad del país, es muy fácil conocer todos los rincones del mismo viajando en vehículo propio o alquilado y dormir en el sin problemas en muchísimos campings y lugares habilitados para tal fin. Si querés saber mas de esto, te invitamos a que leas nuestro artículo Kiwilandia en 4 ruedas, en donde te contamos cómo recorrimos de punta a punta todo el país en nuestra querida “Maquinola”; el auto que en muchas ocasiones incluso fue nuestra casa. También te recomendamos que leas algo de esto para que manejar por izquierda no te agarre desprevenido.
Consideraciones finales
“El país de la nube blanca”; como solían llamarle los primeros inmigrantes debido a que era lo único que se veía a lo lejos antes de arribar a tierra firme; posee un clima verdaderamente cambiante. No es que suceda todos los días, pero no te extrañes pasar de un día soleado a una lluvia torrencial en pocos minutos, y viceversa. Conviene tener la camperita impermeable y un polarcito a mano, por las dudas, vio…
Otra cosa que te puede salvar ademas del abrigo es saber alguito de inglés. No es indispensable, pero tu viaje puede ser muy diferente si podes comunicarte mejor; pues rara vez encontramos algún kiwi que sepa algo mas que “hola” en español. Si bien el lenguaje gestual y alguna que otra palabrita que nos aprendamos muchas veces ayuda, al momento de necesitar comunicarte de verdad, ya sea porque necesitas indicaciones, porque te preguntan algo en el control migratorio, o porque simplemente te pasó algo (imprevistos suceden), nada mejor que estar lo mas preparado posible.
Después de mas de 2 años vividos en tan bello país no nos cabe duda de que vale la pena darse la oportunidad de conocerlo y disfrutar de la hospitalidad kiwi, las montañas alfombradas de verde, las comidas de muchos países y tantas otras cosas. De hecho, parte de nuestro corazón se queda en Nueva Zelanda; por lo que encontramos hasta difícil escribir este artículo sin parecer ser parte de una empresa de turismo intentando vender el viaje. Simplemente podemos decir que nuestra experiencia en kiwilandia valió cada segundo; y esperamos que si te animás, tu experiencia sea aun mejor.
Y como siempre te recomendamos, jamás, o mejor dicho JAMAS viajes sin seguro de viaje. Si no lo necesitas es una buena noticia, pero si lo llegas a necesitar, tenerlo es un alivio. Si todavía no contrataste el tuyo, podes hacerlo aquí!
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