Ya leíste nuestro artículo introducción sobre Samoa? No te lo pierdas!
Expectativas de Samoa
Nos pasa a veces que cuando viajamos tenemos la tendencia de sorprendernos por prácticamente todo. Es como si tuviéramos el “sorprendómetro” activado, aún cuando vemos cosas que podríamos ver tranquilamente en casa. Ni que hablar si además estamos visitando un lugar con una cultura muy diferente a la nuestra; lo que hace que queramos experimentar y vivir de cerca muchas cosas propias del lugar. Y pasa a veces, que vemos algo que nos es tan extraño, tan diferente, que queremos ir a ver como realmente es y buscamos ir hacia eso. Ir directamente a buscar esa sensación diferente. Antes de ir a Samoa las expectativas no eran menores. Como serán las islas? Como vive la gente allí? Que son los famosos fales de los que todo el mundo habla? Y mil preguntas mas, que tuvimos la suerte de respondernos. Y que intentaremos responder en este artículo.
Las casas y la forma de vivir en Samoa
La ciudad-capital
Apia es la capital de Samoa. Y como en toda ciudad se pueden encontrar habitaciones en hoteles y casas para alquilar, con mas o menos comodidades, dependiendo de la ubicación y precio. Podríamos decir que en cierta medida la vida en Apia es similar a cualquier otra ciudad o pueblo que quisiéramos poner de ejemplo. Fuera de la capital, existen villas habitadas por familias, con sus propias reglas y códigos, en las cuales los problemas se resuelven ahí mismo y se trata de no involucrar a Apia; de hecho, es muy común escuchar decir “eso es la ciudad, es otra cosa” (si queres saber como llegamos a estas comunas te dejamos este artículo).
Las villas/comunas
En estas villas no vas a encontrar markets ni comercios; se trata de poblados pequeños en donde las únicas construcciones que hay son los fales y las casas de las familias que viven ahí. Las familias son dueñas de las tierras y playas dentro de las villas, lo cual se hereda de generación en generación.
Las altas temperaturas son el principal motivo de que las casas en las villas consistan básicamente en una gran base de hormigón, unos cuantos pilares o columnas y un techo, sin paredes, y con la división de algunas cortinas o algo similar. Esto no quiere decir que se viva en pobreza o en la época medieval. Pues si bien no abunda el dinero, no te extrañes pasar frente a una casa y ver muchos sillones y enormes televisores y/o grandes sistemas de sonido; que al final del día simplemente apagan y se van a dormir, pues nadie se los va a robar.
Muy común también es ver simplemente una base de hormigón cuadrada, grande, con pilares y un techo, prácticamente vacío o con mantas; pues se trata de un “living room” o sala de uso diario de la familia, el cual es el lugar en donde mas tiempo pasan. Incluso es frecuente verlos durmiendo en el piso o los sillones en dicho salón. Algunas de estas familias poseen lo que se llama “fales”, los cuales alquilan a los turistas; brindando además servicio de desayuno y cena en la mayoría de los casos (algunos tambien brindan almuerzo, o se puede arreglar por otro precio).
Los famosos fales
Estos fales funcionan como habitaciones y consisten en pequeñas construcciones de madera, con una base alta, sobre pilotes y sin paredes, a las orillas o cercanías del mar; hojas de palmeras plegadizas funcionan como techo y también como paredes y puertas, las cuales podrías levantar o bajar a conveniencia.
Estos fales son precisamente el motivo por el cual muchos viajeros eligen ir a Samoa y varias otras islas del Océano Pacífico. ¿Te imaginás dormir en uno de ellos a la orilla del mar en una noche cálida, mientras lo único que escuchas es el ruido de las olas? ¿Y qué si además pudieras meterte al mar de aguas cálidas de noche antes de dormir? ¿O que pudieras simplemente estar ahí disfrutando de una bebida fresca mirando las estrellas? Pareciera la definición perfecta de alguna palabra que pudiéramos mezclar entre paz y felicidad. Y para disfrute de quien no puede dejar la tecnología atrás, muchos de ellos cuentan con luz eléctrica y toma corrientes.
Si no fuera tan caluroso, podríamos afirmar que todo el combo sería perfecto si tuviéramos unos mates a mano (o tereré); muy ambicioso, no?. Dicho sea de paso, es por ese calor que los fales están provistos de colchón y sábanas, además de una tela mosquitera que rodea al colchón. Pues los mosquitos hacen muy bien su trabajo y las hormigas no se quedan atrás; por lo que recomendamos ver bien las condiciones generales de los fales para no amanecer con ronchas o picaduras (no olvidar que en condiciones de humedad, calor y salinidad del mar las lastimaduras tardan mucho tiempo en sanar).
Para terminar el viaje
Si bien estamos acostumbrados al calor, debemos decir que aun en invierno el calor en Samoa puede ser sofocante a veces, inclusive de noche. Y mucho mas cuando refrescarte en el agua del mar no resulta tan “refrescante”, pues también es cálida. Es por ese motivo que luego de 10 días en fales decidimos pasar nuestras últimas dos noches en alguna habitación con aire acondicionado en Apia. Realmente lo necesitábamos; de paso comprarnos algún que otro recuerdito de tan hermoso lugar. Para nuestra fortuna, debido a la temporada baja pudimos conseguir un excelente lugar con pileta incluída, en donde inclusive nos guardaron las cosas hasta la tarde en la que teníamos el vuelo de vuelta, y hasta nos invitaron a almorzar. ¿Qué mas se puede pedir? Coronamos un viaje de la mejor manera.
Te dejamos también un artículo con algunos tips/consejos para que puedas disfrutar de Samoa al 100%.
Y como siempre te recomendamos, jamás, o mejor dicho JAMAS viajes sin seguro de viaje. Si no lo necesitas es una buena noticia, pero si lo llegas a necesitar, tenerlo es un alivio. Si todavía no contrataste el tuyo, podes hacerlo aquí!
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