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Kiwilandia en 4 ruedas

Ya leíste nuestro artículo introducción sobre Nueva Zelanda? No te lo pierdas!


 

Introducción

Conscientes de que íbamos a Nueva Zelanda por alrededor de un año, y luego de una ardua investigación previa nos decidimos por comprar un vehículo que nos lleve a todos lados. Suficientemente grande como para poder dormir en él y suficientemente pequeño como para estacionar en cualquier lado. Es así como llegó a nuestras vidas la “Maquinola”. Compañera incansable de aventuras, parte indispensable de toda nuestra travesía; los papeles dicen que es un station wagon Mitsubishi Legnum del año ‘97.



Nueva Zelanda
Nueva Zelanda


Nueva Zelanda tiene la particularidad de que si bien muchas cosas parecieran ser caras, los vehículos no lo son en absoluto. Y el mercado de compra y venta se mueve mucho, por lo que dependiendo del tipo y longitud del viaje puede que sea mas conveniente comprar un vehículo para viajar en lugar de alquilarlo. Además, comprar un vehículo puede ser tan fácil como ir al supermercado, literalmente; y la calidad y confort que pueden ofrecer muchos de ellos, aun teniendo sus años, hace que valga la pena intentarlo.

En este artículo no te vamos a mostrar los lugares que conocimos, ni te vamos a recomendar a donde ir (en ese caso te invitamos a leer Nuestros recomendados en Nueva Zelanda); te vamos a contar lo que para nosotros fue la experiencia de viajar y dormir en auto por toda Nueva Zelanda, y además lo que tenés que tener en cuenta para disfrutarlo al máximo.




Alojarse con poco dinero en Nueva Zelanda

Kiwilandia tiene muchísimos lugares para conocer, y a su vez muchísimos lugares preparados para que vivas tu experiencia de viajar y dormir en el auto. Es algo así como parte de la cultura, ni hablar si además tenés baño en tu vehículo (los famosos self-contained), tus opciones aumentan por mucho. Muchos de los hospedajes ofrecen además de los cuartos privados o tipo motel, los cuartos tipo hostel o llamados “backpacker”, en donde se ofrece una habitación privada o compartida, con la posibilidad de utilizar las facilidades compartidas como la cocina y baños con el resto de los que se alojan en las habitaciones backpacker. Esta opción es mas económica que los cuartos tipo motel o los hoteles, pero también hay otras opciones mas económicas aun, si viajas en vehículo.




Generalmente los hoteles estilo backpacker también ofrecen la posibilidad de estacionar tu vehículo en una zona determinada y dormir en él (campsite), utilizando las facilidades compartidas de la zona backpacker, es decir, cocina y baño. El precio variará de acuerdo a si necesitas una conexión eléctrica (powered sites) o no (non-powered sites).




Los campings en Nueva Zelanda

Pero, qué son esas fotos que tantas veces vimos de gente estacionando su auto en medio de la naturaleza y durmiendo allí? Afortunadamente, la cultura del viajar y experimentar la naturaleza viajando con tu vehículo es muy fuerte; por lo que existen también incontable cantidad de campings en los que se puede dormir en tu propio vehículo. Algunos de ellos son para cualquier tipo de vehículo y otros solo aceptan self-contained en caso de que el camping no cuente con baños; algunos son gratuitos, en otros hay que pagarle a la persona encargada, y en otros se utiliza el sistema de pago honesto; en donde no hay nadie cuidando el lugar. Por lo que uno debe servirse de un sobre, llenar sus datos, abonar el importe correspondiente y depositar el sobre. ¿Cómo fuimos averiguando todo esto? Viajando por supuesto, aunque hay blogs que también hablan al respecto.






La aventura en Nueva Zelanda arriba de la "Maquinola".

Compramos nuestro auto en Auckland, y allí mismo comenzó nuestra aventura de más de 50000 km manejando en el lado izquierdo de la ruta (o derecho del auto, si gusta mas) directo para el norte, a conocer Cape Reinga. Agarrate kiwilandia que vamos con todooooo!

Manejar en las ciudades kiwis (y a veces estacionar) es, al principio, mas complicado de lo que parece, al poco tiempo ya se vuelve fácil. Uno debe ir atento y seguir las indicaciones, la otra opción es coleccionar multas, pero a nosotros al menos no nos simpatizaba mucho esta última y nos pusimos al tanto de las reglas de tránsito (podes leer nuestro artículo Haciendo las cosas por izquierda). Como siempre decimos: no hay que llevar malas costumbres a otros lugares. En principio no estábamos seguros si convenía tener un dispositivo GPS o con el básico del celular sería suficiente. Pero día a día terminamos confirmando que con el del celular que nosotros teníamos fue mas que suficiente para recorrer de punta a punta; y en el peor de los casos, se pueden conseguir mapas en todos los centros de informes, o mejor dicho los i-Site.





Los primeros días, entre nuestro inglés tarzánico, no entender qué comida podíamos comprar, encontrar los campings sencillamente por casualidad o pagar un dinero interesante por hospedajes, nos llevaba a (entre otras cosas) no comprender del todo la ventaja de “viajar y dormir en el auto”. Si pudiéramos resumirlo metafóricamente: “si nuestra cuenta bancaria hubiera sido una cárcel y nuestro dinero presos; viendo como estos se iban, estaríamos en condiciones de afirmar contundentemente de que la cárcel no era ni siquiera de mínima seguridad”.



Mejorando las condiciones de viaje

El sol salió cuando alguien nos recomendó la aplicación Camper Mate (recomendada 100%). La cual brinda de forma muy intuitiva toda la información que alguien que viaja puede necesitar; mostrando a su vez los puntos que uno busca en el mapa y teniendo posibilidad de utilizarlo offline. Por lo que con el GPS del celular es más que suficiente para moverse. Con esta aplicación pudimos encontrar infinidad de campings gratuitos o al menos muy económicos, lugares en donde recargar agua potable, lavanderías, accesos wifi gratuitos, baños y duchas, entre muchas otras cosas, lo que nos ahorró un tiempo y dinero para nada desestimable (te amamos Camper Mate… sabelo!).

Pero… ¿Por qué no estacionaban en cualquier lado a dormir? Estarás pensando… Eso en tierras kiwis puede ser, en principio, una multa hermosa de unos 200 dolares, por lo que no es muy recomendable. Cada uno de los lugares para dormir en el auto está perfectamente indicado, no hay excusa. Cabe aclarar también que los espacios habilitados para dormir en el auto (non self-contained) también incluyen carpas; por lo que si tenés una carpa no es necesario comprar/alquilar un vehículo para dormir en el.





Un país preparado para el viajero

A lo largo de ambas islas vas a encontrar facilidades para viajar muy cómodo con el auto. De hecho hasta hay campings que ofrecen barbecue-grill comunitario. Algo así como una plancha eléctrica que, luego de presionar un botón, funciona durante unos 20 minutos para cocinar cortes finos de carne, huevos, tocino, etc. Y si encima entendés lo que estás comprando en el súper para tirarlo al grill, mejor aún. Afortunadamente para nuestra billetera, también conocimos a tiempo los supermercados que, aunque parezca mentira, no son tan fáciles de encontrar. Pues muchos de ellos no se encuentran en el centro de las ciudades; y a menos que el poblado en donde nos encontremos sea lo suficientemente grande, no habrá mas que un pequeño “store”. Lo cual es significativamente mas caro.





Generalmente Packnsave y Countdown son los supermercados más económicos; en nuestro artículo “Consejos para el bapaca” te contamos mas sobre como gastar menos y cosas a tener en cuenta.



Maquinola, bendita Maquinola

Viajar y dormir en la Maquinola representó una experiencia en sí misma. Podíamos dormir en casi cualquier lado, contemplar las estrellas hasta cerrar los ojos, despertar cuando queríamos y decidir si seguir viaje o quedarnos por mas tiempo. Calentar agua o cocinar con nuestra cocinita portátil y comer frente a los mejores paisajes, sin importar cuan remoto sea el lugar elegido. Prácticamente teníamos “la cama” armada en la parte de atrás y lo único que había que hacer era pasar nuestras cosas al frente cada noche.

El hecho de querer siempre ir hasta el final del camino “a ver que hay” nos hizo ser mas previsores. Al pasar por un supermercado, comprar comida como para un par de días “por las dudas”; mantener siempre unos cuantos litros de agua de reserva; tener un par de tubos de gas, para cocinar; programar las visitas a la biblioteca (gran invento del ser humano), para cargar los dispositivos electrónicos y usar/abusar Internet, etc. Prácticamente la Maquinola era nuestra casita con ruedas. Y con el pasar de los días fuimos mejorando nuestras habilidades para tener la cama armada y pasar todo el resto al frente en cuestión de segundos; cosa sumamente importante en los días de lluvia (que en Nueva Zelanda pueden ser muuuuuchos a veces). Problema que también se presentaba cuando queríamos cocinar; aunque afortunadamente existe una buena cantidad de campings con shelters o techos preparados para tal fin.








Viajando se aprende

Parece mentira, pero al principio no entendíamos ni siquiera el menú del McDonalds, así que gastar poco mientras conocíamos el país no era tarea fácil. Y si encima te contamos que para cruzar de una isla a la otra se debe sacar un ticket de ferry; el cual en nuestro caso significaba una suma que estaba por encima de los 200 dolares (dos personas y una Maquinola)….

Por suerte, dentro de la depresión financiera ocurrida durante los primeros días, conocimos también la cadena de campings o holiday parks Top 10 (aunque sin ser caro podríamos decir que quizás es mas del estilo “campeche-chic”); los cuales suelen tener unas instalaciones con facilidades muy buenas, acceso a internet; y la posibilidad de hacerse socio para obtener un descuento en cada uno de sus campings y en varios otros lugares. Como por ejemplo uno de los ferrys que necesitarás para pasar de una isla a la otra, por lo que algo también ahorramos por ese lado.



Redondeando

Al terminar de recorrer la isla norte ya no quedaban dudas. Viajar por Nueva Zelanda implicaba tiempos diferentes a los que estábamos acostumbrados; y esto no era solo por frenar a sacar fotos o contemplar el paisaje. Una distancia de 200 km ya no era el equivalente a dos horas de viaje. El límite de velocidad es de 100km/h, pero en muchísimos lugares se debe ir a 50 km/h e incluso menos. Ya sea por que se transita en un poblado, cerca de una escuela, el camino es sinuoso, etc; por lo que agradecimos no tener un itinerario muy marcado inicialmente.





La isla sur nos encontró mas hábiles con el dinero (???); pero también desplumados (monetariamente). Aunque poco después la condición de trabajadores nos haya sacado de la condición de indigencia; lo que pausó nuestro recorrido por la isla sur por poco tiempo. Pero esa parte de la historia la charlamos otro día.



Ojalá esta historia te haya gustado, te de una mano para recorrer este bello país, o al menos te haya sacado una sonrisa. Nos vemos en otro artículo!

Si te gustó lo que leíste aquí, te invitamos a que leas nuestra experiencia alentando a los Pumas en Nueva Zelanda.



 

Y como siempre te recomendamos, jamás, o mejor dicho JAMAS viajes sin seguro de viaje. Si no lo necesitas es una buena noticia, pero si lo llegas a necesitar, tenerlo es un alivio. Si todavía no contrataste el tuyo, podes hacerlo aquí!

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