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Hpa An



Ya leíste nuestro artículo introducción sobre Myanmar? No te lo pierdas!



 


Sin ser el primer lugar en el que pusimos un pie en suelo burmes, si podemos decir que Hpa An fue el primer destino en este hermoso país. Ya sea por su cercanía con la frontera, como por cuestiones de itinerario, la decisión fue más que acertada. Comenzamos a delinear nuestras primeras impresiones de Myanmar aquí, y fue el lugar elegido para comenzar la aventura que duraría unos 25 días en el país, antes de seguir hacia Vietnam. Por qué Hpa An? Valió la pena pasar por aquí? Que hay para hacer? Que ofrece este lugar? Muchas preguntas, y quizás la respuesta a todas ellas se resuma en una sola.



Hpa an
Hpa An

Introducción a Hpa An


El pequeño pueblo de Hpa An se encuentra a medio camino entre Myawaddy (frontera de Myanmar con Tailandia) y Yangon (te contamos de nuestro paso por Yangon aquí); a unos 300 km más o menos de la ciudad fronteriza. El pueblo cuenta con una calle/avenida principal que bordea el río, y alberga por las tardes a uno de los dos markets locales principales. La otra calle principal pasa por el centro de la ciudad, tocando el “clock tower” en el radio urbano más comercial. El segundo market principal se encuentra en la plaza cercana al clock tower y al igual que el anterior, también funciona durante la tarde/noche, ofreciendo mayormente comidas locales típicas y artesanías. Gran parte del poblado se esparce a lo largo de las dos calles principales; mientras que otra gran parte de la población habita en zonas rurales o villas alrededor del pueblo.



El turismo en Hpa An


Myanmar está aún dando sus primeros pasos en lo que a turismo masivo se refiere, y eso se nota con tan solo cruzar la frontera desde Tailandia. Hpa An no es ajeno a esto, y la poca presencia de turistas para un destino del Sudeste Asiático es notoria. Mucho de lo que se puede experimentar y observar en el lugar tiene que ver con la manera en la que las comunidades aún viven; muy poco, o casi nada, esta “fabricado” para el turista. Esto, con sus implicancias tanto positivas como negativas, hace que la experiencia en este lugar sea algo único; sobre todo si del Sudeste Asiático hablamos.



Vida en Hpa An


Las comunidades, aún con su estilo de vida alejado del turismo, parecieran ser parte de una película que nos hace volver en el tiempo. Algo así como si pudiéramos refrescar la memoria a lo que alguna vez fue el día a día en gran parte del mundo. Basta con recorrer el centro para ver infinidad de puestos con granos en bolsas y todo tipo de frutas de estacion, pescados y carnes. Puestos armados simplemente con maderas y telas que subdividan lo que vende uno del otro, y granos pesados con balanzas caseras (sin medidor). Lugareños charlando unos con otros, comprando e intercambiando según necesidades, sonriendo y saludando cuando uno pasa. Muchos llevando pesadas cargas sobre sus hombros, mujeres con un equilibrio increíble llevando grandes cantidades de comida sobre su cabeza. Si hasta pareciera que ya hemos visto esta película alguna vez. No hay, a excepción de quienes escriben este artículo, turistas alrededor.



Hpa An
Hpa An

La costa del rio


Caminar por las calles es, en sí misma, otra experiencia. El sol se esconde detrás de las montañas que se ven desde el río; y será por la polución o cosa de asiáticos, pero en el atardecer el sol es de color rosado, cosa que nos impresionó. Literalmente se puede mirar fijamente al sol sin encandilarnos, y admirarlo prolongadamente. Ver ese sol reflejado de colores saturados en el agua, mientras las pequeñas embarcaciones pesqueras pasan, no sucede todos los días en nuestro pequeño mundo. Una mezcla entre lo mágico y apocalíptico, con una calma de fondo que nunca habíamos experimentado antes.

La gente local pasa, sonríe, mira con curiosidad (ahora somos nosotros los raros), saluda y sigue mirando a los dos especímenes que parecieran ser alguna especie de ser humano. Algunos se animan a tirar un “jeloooo”, e incluso pareciera que quisieran comenzar alguna conversación, pero no encuentran cómo. Nadie, o muy pocos saben algo de ingles, con lo cual, nuestras intenciones de conocer los locales y su cultura se veían un tanto complicadas.


Hpa An
Hpa An


Más allá de Hpa An


Las afueras del pueblo, sus villas y comunidades, tienen un encanto aparte. Decidimos dar unas vueltas en moto por las villas, cuevas y templos ubicados en las afueras del pueblo. Y aquí parecía que seguíamos viendo la misma película. Gente trabajando la tierra con sus manos, acarreando animales a pie, trabajando en los campos de arroz con sus sombreros cónicos. Siempre amables al pasar, sonrientes y con la mirada profunda. Cansados y con pruebas de que el sol y las horas de trabajo dejan sus marcas en la piel.

Afuera de una casa humilde, unas nenas nos gritan “stop” y vienen corriendo con una flor para regalarnos. Nos saludan y abrazan. La madre, desde lejos sonriendo también saluda con la mano.

Nosotros asombrados de ver la película en vivo, y ellos asombrados de nuestra presencia. Así comenzaba nuestra aventura por Myanmar. Y que buen comienzo!



Recorrer los alrededores


Si bien Hpa An es un pequeño poblado, los templos, villas de etnias minoritarias y cuevas se encuentran a una distancia considerable; por eso alquilar una moto aquí es una opción más que acertada, para poder apreciar mejor los alrededores.

Hay tres templos budistas, que poseen la curiosidad de que se encuentran cada uno en una cueva. Decidimos ir a conocer los tres, y al igual que sucedió en Tailandia, nos siguió sorprendiendo la cantidad de gente que se acerca todo el tiempo a rezar, orar y dejar algún dinero como ofrenda.

Hpa An
Hpa An

En cada uno de ellos, como es costumbre, debemos cuidar la vestimenta utilizada (pantalones que cubran las rodillas, remeras que cubran los hombros, etc) y entrar sin calzado. Durante todo el recorrido para llegar a cada templo, fuimos por las rutas atravesando pequeños poblados y viendo cómo los lugareños trabajan a pleno sol en los campos de arroz; siempre amables y curiosos.

Además de la particularidad de la ubicación de los templos, las vistas desde ellos hacia los campos y los pequeños poblados es imperdible. Y como frutilla del postre, uno de los templos, se encuentra a pocos metros de una piscina natural pública; por lo que en un día de calor es un stop perfecto para darse un chapuzón y seguir viaje. El lugar suele estar lleno de locales, que además de meterse al agua y mirarnos curiosamente, se animaron a pedirnos fotos y saludarnos. Unos minutos de fama muy divertidos.

Al caer el sol, es posible ver el atardecer desde la costa del rio, y comer algo de la deliciosa comida local que los lugareños preparan en el market.


Hpa An
Hpa An


Hospedaje en Hpa An


Ver a un turista sigue siendo en Hpa An algo poco común. No es que no existan, pues de a poco el turismo se va incrementando en todo Myanmar; pero es claramente más inusual que en muchos otros destinos del país. La oferta de hospedajes es limitada, pero suficiente como para no preocuparse por la disponibilidad. La mayoría de ellos se encuentran en cercanías a la costa del rio o del “clock tower”, por lo que la ubicación no es un problema.

Al igual que sucede en todo Myanmar (excepto en las dos ciudades importantes), no existe transporte público. Las posibles formas de movernos alrededor serán mediante taxis, tuk tuk o white truck; los cuales, al igual que en otros destinos de Myanmar, consisten en una camioneta adaptada para llevar pasajeros en su parte posterior.


Hpa An
Hpa An


Seguridad


Somos conscientes de los inconvenientes civiles y militares que están ocurriendo en Myanmar, y que ya llevan mucho tiempo. Esto podría hacer pensar que ir a estas tierras es peligroso, o incluso una locura. Nada más alejado de la realidad. Las zonas en donde estos conflictos ocurren se encuentran muy alejadas de aquí, y no se permite el ingreso de turistas. Quienes quieran ir, pueden hacerlo, bajo su propio riesgo, y advertidos del peligro al que se exponen. Tanto Hpa An, como todos los lugares que hemos conocido en Myanmar se encuentran abiertos para el turista y son sumamente seguros. Siempre debemos tener nuestras precauciones y tomar las medidas necesarias que nos hagan sentir seguros; pero debemos también mencionar que no hemos sentido algún tipo de amenaza en toda nuestra estadía en Hpa An.



Consideraciones finales de Hpa An


Particularmente nosotros dispusimos de dos días completos en Hpa An, antes de seguir a Kalaw y posteriormente Lago Inle (te dejamos aquí un artículo de nuestro paso por el Lago Inle). Al ser un lugar pequeño y tener la posibilidad de recorrer los puntos importantes en moto, consideramos que es un tiempo ideal para aprovechar allí. Recomendamos visitar los tres templos budistas en el mismo día, y hacerse un tiempo para comer algo en alguno de los dos markets del pueblo. Y por supuesto, no perderse el atardecer desde la costa del rio.



A favor y en contra


Además de lo ya mencionado, y también como resumen de lo que es nuestra idea de Hpa An; queremos dejarte nuestra lista de pros y contras a tener en cuenta.


Pros:

  • Seguridad: en términos generales no hay de que temer.

  • Destino aún no contaminado por los vicios del turismo.

  • Posibilidad de disfrutar de sus posibilidades por cuenta propia.

  • Frecuencia de transporte desde y hacia otros pueblos y ciudades.

  • Posibilidad de estar en el medio de la naturaleza tan pronto nos subimos a la moto.

Contras:

  • No existe transporte público.

  • Las distancias entre puntos de interés pueden ser muy grandes sin vehículo.

  • Oferta gastronómica escasa.

  • Destino no compatible para cualquier tipo de turista y viaje.


Como buenos docentes, aquí van las notas de las distintas asignaturas del alumno Hpa An según nuestro criterio:


Entretenimiento: 3.5

Puntos de interés: 6

Gratarola: 8

Economía: 7.5

Gastronomía: 5

Independencia: 8

Transporte: 6

Seguridad: 9


Crees que deberíamos agregar algo más al post? Buscas algún dato que no está aquí escrito? Tenes información útil que podríamos agregar a estas líneas? Escribimos y con gusto lo agregamos. Gracias por leernos!


 




Y como siempre te recomendamos, jamás, o mejor dicho JAMAS viajes sin seguro de viaje. Si no lo necesitas es una buena noticia, pero si lo llegas a necesitar, tenerlo es un alivio. Si todavía no contrataste el tuyo, podes hacerlo aquí!




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